Sin embargo, Reynald no se habia olvidado de sus gárgolas. A menudo, al pasar ante la soberbia mole de la catedral, alzaba la mirada para observarlas con una secreta delectación cuya causa difícilmente podía explicar o definir. Parecían guardar para él un significado extraño y místico, parecían indicarle un triunfo oscuro pero placentero.
El Escultor de gárgolas, por Clark Ashton Smith.
But Reynard himself had not forgotten the gargoyles. Often, in passing the superb pile of the cathedral, he would gaze up at them with a secret satisfaction whose cause he could hardly have assigned or delimited. They seemed to retain for him a rare and mystical meaning, to signalize an obscure but pleasurable triumph.
1 comentario:
Good work!!!!
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